La humedad es una de las principales amenazas para los techos, ya que puede causar filtraciones, debilitamiento estructural y proliferación de moho. Detectar sus signos a tiempo, como manchas, grietas o deformaciones, es clave para evitar daños mayores. La impermeabilización, el mantenimiento regular y una buena ventilación son fundamentales para prevenir problemas. En caso de reparaciones, el alquiler de andamios proporciona seguridad y acceso eficiente a zonas elevadas.