
¿Cuáles son las 5 reglas de oro de la electricidad?
Para disminuir los riesgos eléctricos y evitar accidentes, existen las conocidas 5 reglas de oro en electricidad. Estas pautas tienen el respaldo de organismos de regulación y están incluidas tanto en normativas internacionales como la IEC 60364. Cumplirlas no solo protege la vida y la integridad de quienes trabajan, sino que también ayuda a que los proyectos sigan adelante sin interrupciones.
En muchas auditorías de seguridad y salud ocupacional, el cumplimiento de estas reglas es algo que se revisa con lupa. En Paraguay, por ejemplo, el Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología (INTN) y en Bolivia el Comité Nacional de Electricidad (CONEL) son los encargados de controlar que se apliquen correctamente. En grandes proyectos, como los de minería, gas o infraestructura energética, seguir estas normas a rajatabla es parte de los requisitos contractuales. Así que, no te preocupes: aplicar las reglas de oro no es solo una buena práctica, también es una exigencia profesional.

Primera regla de oro: Desconexión. Corte efectivo
El primer paso, antes de cualquier intervención eléctrica, es asegurarse de que todas las fuentes de energía estén completamente desconectadas. Este corte tiene que ser efectivo, es decir, hay que verificar que ningún equipo ni circuito quede con energía por error. En obras industriales, de construcción o montaje mecánico, suele haber varios puntos de alimentación, así que no basta con cortar solo un interruptor: hay que revisar todo. Una desconexión bien hecha disminuye al máximo la posibilidad de contacto con partes activas y prácticamente elimina el riesgo de electrocución durante el trabajo.
- Cortar la alimentación principal en un tablero eléctrico antes de hacer mantenimiento o instalar algo es una práctica esencial.
- En sectores como la minería, petróleo y gas o en eventos donde se usan sistemas eléctricos provisorios, el corte debe seguir los procedimientos oficiales y siempre bajo la supervisión de personal capacitado.
- Desconectar puede implicar accionar interruptores generales, seccionadores o incluso retirar fusibles.
- Siempre hay que corroborar visual y físicamente que el corte fue hecho correctamente.
- En instalaciones más complejas, se usan procedimientos escritos y hojas de control para documentar cada paso y que no queden dudas sobre la trazabilidad en caso de algún inconveniente.
Segunda regla de oro: Bloqueo y señalización para evitar reconexiones
Después de desconectar, es fundamental bloquear los dispositivos de corte y señalizar bien la zona de trabajo. Así, se evita que alguien reconecte la energía por accidente o sin darse cuenta mientras se están haciendo tareas de mantenimiento. El bloqueo físico con candados, etiquetas o dispositivos especiales es una práctica reconocida en todo el mundo como parte del protocolo de seguridad eléctrica.
- La señalización debe ser clara y visible para todos: operarios, supervisores y también para los contratistas externos.
- En obras y plantas industriales, esto cobra especial importancia si se trata de equipos compartidos o zonas donde circula mucha gente.
- Una buena implementación de esta regla es clave para evitar sorpresas desagradables por una reconexión inesperada.
Un ejemplo que podés ver en muchas empresas es el método “Lockout-Tagout” (LOTO), recomendado por la OSHA y adoptado por firmas multinacionales. Cada trabajador pone su propio candado y etiqueta, y la energía no se restablece hasta que todos terminaron y retiraron su dispositivo. Este sistema reduce bastante el riesgo de accidentes por falta de comunicación o simples errores humanos.
Tercera regla de oro: Verificar ausencia de tensión
Antes de meter mano en cualquier instalación, sí o sí hay que comprobar que no haya tensión usando los instrumentos adecuados y calibrados. Esta verificación tiene que hacerse en todos los puntos de trabajo, asegurando que no quede ningún peligro latente. Los instrumentos, como detectores de tensión y multímetros, deben estar certificados y cumplir con los estándares actuales de seguridad.
- Este paso es clave para descartar energía residual o retornos indeseados en los circuitos.
- Es fundamental que la verificación la haga personal entrenado y que todo quede documentado en el procedimiento de seguridad.
- Saltearse este paso sigue siendo una de las causas más frecuentes de accidentes eléctricos, incluso en instalaciones donde parecía que estaba todo bajo control.
Por ejemplo, cuando se hace mantenimiento en tableros de distribución, pueden aparecer retornos de tensión por conexiones equivocadas o por generadores auxiliares. Un caso bastante habitual es el de lugares con sistemas de energía de respaldo, como UPS o generadores, que pueden alimentar un circuito si no se revisa a fondo. Por eso, la IEC 61243 y las normas locales exigen usar detectores homologados y controlar todos los polos, además de capacitar al personal de manera periódica.
Cuarta regla de oro: Puesta a tierra y cortocircuito
Cuando ya comprobaste que no hay tensión, el siguiente paso es poner a tierra y cortocircuitar los conductores. Esto protege a los trabajadores frente a posibles retornos de energía o fallas en la desconexión. La puesta a tierra significa conectar todos los conductores activos a una toma de tierra confiable, para que cualquier corriente inesperada se disipe sin problemas.
- El cortocircuito garantiza que si por algún motivo vuelve la energía, esta vaya directo a tierra y active los sistemas de protección, evitando que pase por el cuerpo de una persona.
- En lugares como minas, obras o montajes mecánicos, donde las condiciones pueden variar mucho, estas medidas son esenciales para trabajar tranquilos.
- Se usan cables y equipos certificados para conectar los conductores a la barra de tierra.
- Los procedimientos suelen exigir inspección visual de la continuidad de los cables y herramientas específicas para asegurar una conexión correcta.
- La IEC 61230 define los requisitos mínimos para elegir y usar estos equipos, incluyendo la resistencia máxima permitida y la necesidad de controles periódicos.
Quinta regla de oro: Protección y señalización de la zona de trabajo
Proteger la zona de trabajo implica instalar barreras físicas, señales y delimitar bien el área para advertir sobre riesgos eléctricos. Además, todo el personal debe usar sí o sí el equipo de protección personal (EPP) adecuado, como guantes dieléctricos, cascos y calzado aislante, siguiendo las recomendaciones del INTN en Paraguay y del CONEL en Bolivia.
- La señalización tiene que estar visible durante toda la intervención y solo se retira cuando terminan los trabajos y la zona vuelve a estar segura.
- Si hay cambios en el entorno, lo ideal es actualizar las medidas de protección y señalización.
- En obras donde trabajan varios equipos y disciplinas, coordinar y comunicar bien estas acciones es clave.
En situaciones de mayor riesgo, como trabajos en altura o espacios confinados, suele haber un supervisor de seguridad que controla el acceso y verifica que se cumplan todas las medidas preventivas. El uso de barreras móviles, cintas de advertencia y carteles informativos, junto con la documentación de los riesgos detectados, son prácticas recomendadas por la ISSA y las normas nacionales.
La selección del EPP debe hacerse siempre en base a una evaluación de riesgos para cada tarea, considerando la resistencia dieléctrica de los materiales, el nivel de protección frente a arcos eléctricos y la comodidad para el usuario. Además, podés aprovechar bastante los avances en materiales innovadores para la construcción y consultar la lista de materiales de construcción para elegir soluciones más seguras y eficientes.
¿Qué es un riesgo eléctrico?
Un riesgo eléctrico es, básicamente, la posibilidad de que una persona sufra daños físicos o lesiones por contacto directo o indirecto con la energía eléctrica. Este tipo de riesgo existe en cualquier lugar donde haya instalaciones, equipos o herramientas eléctricas, y puede manifestarse de varias maneras: descargas eléctricas, arcos voltaicos, incendios o incluso explosiones:
Riesgo eléctrico | Causa más común | Efectos posibles | Medida preventiva principal |
---|---|---|---|
Descarga eléctrica | Contacto con partes activas | Paro cardíaco, quemaduras | Uso de EPP y desconexión previa |
Arco eléctrico | Fallo de aislamiento o cortocircuito | Lesiones oculares, incendios | Vestimenta ignífuga, visor facial |
Fuego por sobrecarga | Sobrecarga de circuitos | Daños materiales, pérdidas totales | Protección térmica adecuada |
Explosión por chispa | Atmósferas explosivas no controladas | Lesiones graves o muerte | Equipos antiexplosivos certificados |
Las consecuencias pueden ser realmente graves, desde lesiones personales y daños materiales hasta pérdidas de productividad importantes. Por eso, normativas como la IEC 60364 y las regulaciones nacionales establecen procedimientos y requisitos para mantener estos peligros bajo control. Cumplir las reglas de oro y aprovechar materiales innovadores para la construcción que no transfieren electricidad junto con un buen uso del equipo de protección personal, son medidas imprescindibles si querés reducir los riesgos eléctricos en cualquier entorno.
En el sector de la construcción, montaje mecánico, minería y actividades similares, la gestión de riesgos eléctricos forma parte de los sistemas de seguridad y salud ocupacional, como lo exige la norma ISO 45001. Identificar peligros, evaluar riesgos y aplicar controles es algo que debe documentarse y revisarse seguido. Además, la capacitación regular y la actualización de procedimientos según las mejores prácticas internacionales permiten mantener el entorno seguro.
La identificación y gestión de riesgos eléctricos es una de las mejores prácticas en proyectos de construcción, montaje mecánico, minería y en otras industrias. Conocer y aplicar las reglas de oro, usar herramientas especializadas y capacitarse de manera continua ayudan a crear espacios de trabajo más seguros y eficientes. No te olvides que elegir bien los materiales y servicios, como el alquiler de andamios y consultar la lista de materiales de construcción, facilita integrar medidas de seguridad eléctrica en cada etapa del proyecto.